De forma genérica, los tratamientos de ortodoncia en niños se dividen en dos fases, independientes entre ellas, consiguiendo así los mejores resultados posibles en desarrollo dentofacial de los niños.
La primera fase es una fase ortopédica o interceptiva. Es ortopédica porque el ortodoncista especializado es capaz de modificar, favorecer o impedir el crecimiento de los huesos cuando aún son “moldeables”. Por este motivo, las principales Sociedades del mundo de ortodoncia (entre las que está la Sociedad Española de Ortodoncia, u otras internacionales como la American Association of Orthodontics and Dentofacial Orthopedics) recomiendan una revisión en el ortodoncista a los 6 años de edad.
En Moonz, como especialistas en niños, hemos entendido este concepto como uno de los avances más importantes en la ortodoncia en los últimos 20 años. Podemos conseguir resultados que no hay otra forma de conseguirlos, o incluso, que en determinadas ocasiones sólo se pueden conseguir con un tratamiento combinado de ortodoncia y cirugía.
Conseguir que los huesos de la cara estén bien relacionados es un logro, pero eso no significa que los dientes salgan rectos. Puede que si, o puede que no, y en ese caso se necesitaría más adelante un tratamiento ortodóncico convencional.
Los tratamientos ortopédicos, siempre que sean necesarios, se realizan generalmente entre los 6 y los 9 años, pero dependiendo de le decisión del ortodoncista, unos podrían comenzar incluso a los 5 años y otros a los 10.
