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El cuidado de la salud bucodental en niños es esencial para su correcto desarrollo. Por eso, es importante llevar a cabo una buena higiene dental y acudir regularmente al odontopediatra.

En el siguiente artículo te hablaremos sobre el uso del flúor en niños y sus principales beneficios, ya que se trata de uno de los principales elementos en la rutina de higiene oral, sobre todo, durante la etapa de crecimiento.

¿Qué es el flúor?

El flúor es un mineral que se encuentra presente en la naturaleza, principalmente en el agua, e, incluso, en ciertos alimentos que consumimos a diario como verduras, hortalizas o algunos pescados.

El uso del flúor ayuda a proteger, reparar y fortalecer el esmalte dental, sobre todo, en la etapa infantil cuando aún los niños tienen dientes de leche, en los cuales el grosor del esmalte suele ser menor y, por tanto, se vuelven más propensos a sufrir algún tipo de daño.

¿Por qué es importante el flúor en niños?

El flúor es beneficioso para la salud bucal de los niños, ya que protege los dientes durante la etapa de desarrollo y, además, ayuda a prevenir la aparición de caries. Entre las principales razones están:

  1. Fortalece el esmalte dental: el flúor en niños favorece la remineralización de los dientes, es decir, la superficie dental se vuelve más resistente a las bacterias y los ácidos que provocan las caries dentales.
  2. Desarrollo dental adecuado: el uso adecuado de flúor puede ayudar a que los dientes definitivos se desarrollen con un esmalte resistente y fuerte.
  3. Reduce el riesgo de caries: gracias a su acción antibacteriana, el flúor crea una capa adicional de protección, evitando, así, el crecimiento de dichas bacterias y disminuyendo, a su vez, la producción de ácidos que provocan las caries y afectan al esmalte dental.
  4. Previene la erosión dental: el flúor también puede ayudar a proteger los dientes contra la erosión dental, ya que esta puede debilitar las piezas dentales y causar sensibilidad dental.

No obstante, hay que tener cuidado con las concentraciones de flúor, ya que, en exceso, puede causar fluorosis dental. Se trata de una enfermedad que daña el esmalte, comenzando con la formación de manchas blancas en la superficie de los dientes y la progresiva destrucción de estos.

Por eso, es importante que el uso del flúor sea controlado por un odontólogo y que los padres sigan las recomendaciones sobre la cantidad de flúor que deben recibir los niños.

¿A qué edad se recomienda aplicar flúor en niños?

Generalmente, se puede aplicar a partir de los seis meses, cuando comienzan a erupcionar los primeros dientes de leche, ya que el flúor aporta los minerales necesarios para fortalecer el esmalte dental.

No obstante, es importante acudir al odontopediatra, pues será el profesional quien recomiende el uso de flúor en niños, cómo aplicarlo correctamente y la cantidad necesaria según la edad y las necesidades de cada paciente, sobre todo, si tienen el riesgo de sufrir caries dental.

Por este motivo, entre otros, resulta necesario llevar a los niños al odontopediatra cuando empiezan a erupcionar sus primeros dientes temporales o cuando cumplen su primer año de vida.

¿Cómo se puede aplicar el flúor en niños?

El flúor en niños se puede aplicar de diversas maneras, entre ellas:

  • Dentífricos infantiles con flúor: el uso de este tipo de pastas de dientes es bastante habitual, ya que la caries es una de las patologías más comunes en niños. No obstante, es conveniente seguir las recomendaciones del odontopediatra, aplicando solo la cantidad necesaria para cada edad.
  • Consumo de agua potable fluorada: en algunas zonas agregan flúor al agua potable de manera controlada, lo que es conocido también como fluorización del agua. Su consumo controlado ayuda a prevenir la aparición de caries.
  • Tratamientos profesionales: como el barniz de flúor, el cual ayuda a prevenir las caries y fortalecer el esmalte dental. Este se aplica sobre la superficie de los dientes y, una vez seco, crea una capa protectora que protege el esmalte dental de las bacterias y ácidos que producen las caries. Este tratamiento debe ser aplicado por un odontopediatra, siempre que lo considere necesario.
  • Enjuague bucal fluorado: también puede ser beneficioso para los niños a partir de los 6 años, cuando ya son capaces de escupirlo adecuadamente y siempre bajo la recomendación de un odontólogo.

Es importante que los padres controlen el cepillado dental de los niños, al menos, hasta los siete u ocho años, ya que no suelen tener las habilidades motoras necesarias para cepillarse correctamente por ellos mismos. A partir de esa edad, ya pueden comenzar a cepillarse solos, pero bajo la supervisión de un adulto.

También es necesario acudir con frecuencia al dentista, ya que será este quien supervise y determine la aplicación de flúor dental, en función de las necesidades de cada paciente.

Por eso, hay que promover unos buenos hábitos de higiene bucodental, enseñándoles a cepillarse los dientes, al menos, tres veces al día, y, a su vez, fomentar la importancia del cepillado diario.

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