Llevar a cabo una buena higiene dental es fundamental para evitar cualquier tipo de afección que pueda influir en nuestra salud bucodental.
Sin embargo, existen ciertas zonas que resultan más complejas de limpiar que otras, como es el caso de los molares y premolares.
Por eso, en ocasiones, se recomienda el uso de selladores dentales para prevenir la aparición de caries, evitando, así, la acumulación de placa bacteriana.
En el siguiente artículo te explicamos la importancia de los selladores dentales en odontopediatría y en qué consiste dicho tratamiento.
¿Qué son los selladores dentales?
Los selladores dentales son una fina capa de resina que se aplica sobre la superficie masticatoria de las piezas dentales, sobre todo, en los premolares y molares (las cuales tienen una anatomía más irregular y grietas, lo que hace que los restos de comida se acumulen con mayor facilidad).
Se trata de una técnica mínimamente invasiva, que se realiza tanto en niños como adultos, aunque menos común en estos últimos.
Dicha película forma un escudo protector que evita la acumulación de restos de comida y bacterias entre las pequeñas cavidades y fisuras de los dientes, evitando, así, la formación de caries.
¿Cómo se aplican los selladores dentales?
Los selladores dentales forman una capa protectora sobre la superficie de los dientes. Su procedimiento es sencillo y nada invasivo.
Tras la valoración del odontopediatra, el tratamiento se realiza siguiendo los siguientes pasos:
- Se lleva a cabo una limpieza dental para retirar cualquier resto de comida o placa bacteriana que quede sobre la superficie dental.
- Se seca cuidadosamente la superficie del diente afectado.
- Una vez seca la pieza dental, se aplica un gel ácido que ayudará a crear una superficie más áspera para que el sellador se adhiera mejor.
- Se vuelve a enjuagar y secar de nuevo el diente afectado.
- Una vez que se ha secado, se aplica el sellador dental (una resina líquida), mediante una brocha o aplicador, y se endurece con una luz especial. Este proceso suele durar entre 10 y 30 segundos.
A pesar de que los selladores dentales están diseñados para que soporten las fuerzas masticatorias y que duren varios años, es conveniente acudir a una revisión periódica, cada seis meses aproximadamente. De este modo, si se han deteriorado, el odontopediatra volverá a aplicarlos de nuevo.
¿Cuándo se aplican los selladores dentales?
Los selladores dentales son un tratamiento preventivo dirigido a aquellas personas que tienen un alto riesgo de padecer caries dentales como pueden ser los niños o adolescentes.
Este tratamiento puede aplicarse sobre los dientes de leche, aunque es menos común, ya que estos serán reemplazados por los definitivos. De este modo, en caso de que presenten surcos profundos, se protegerán de las posibles caries.
Normalmente, los selladores dentales suelen aplicarse entre los 6 y los 14 años cuando los dientes posteriores permanentes han erupcionado.
También se pueden utilizar como medida de prevención en personas con una dieta rica en azúcares y carbohidratos, que sufren algún tipo de discapacidad con dificultades para llevar a cabo una correcta higiene bucodental o que consumen medicaciones azucaradas, entre otros.
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¿Cuánto tiempo duran los selladores dentales?
Los selladores dentales suelen durar entre 3 y 5 años, aunque todo dependerá del tipo de material que se haya utilizado y los cuidados que siga el paciente.
Es importante tener en cuenta que los selladores dentales son temporales, ya que se desgastarán y deberán ser reemplazados.
Dicho desgaste puede deberse a varios factores como la higiene bucodental, la fuerza de la mordida o la dieta, entre otros.
Por eso, es necesario llevar a cabo un buen cepillado bucodental (al menos tres veces al día), utilizar un enjuague bucal e hilo dental y evitar masticar alimentos muy duros o pegajosos que puedan dañar los selladores.
¿Cuáles son los beneficios?
Son numerosos los beneficios que tienen los selladores dentales para la salud bucodental, ya que permiten proteger a las piezas dentales frente a la acumulación de bacterias y restos de comida, previniendo, así, la formación de lesiones cariosas.
Además, evitan tener que llevar a cabo procedimientos mucho más invasivos como una pulpotomía (la extracción parcial de la pulpa dental), en caso de tener dientes de leche, o una obturación (empaste dental) para los dientes definitivos.
En resumen, los selladores detales son un tratamiento preventivo y asequible que ayudan a proteger y mejorar la salud dental a largo plazo.
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