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Es posible que los niños puedan perder un diente de leche antes de lo previsto por diversos motivos como una caries o traumatismo dental, entre otros. En estos casos, es importante evitar que los dientes adyacentes invadan el espacio vacío e impidan la erupción del diente definitivo.

La pérdida temprana del diente de leche puede ocasionar graves problemas relacionados con el desarrollo correcto de la dentadura permanente. Por eso, suele recomendarse el uso de un mantenedor de espacio, el cual también ayudará a guiar el crecimiento de la pieza dental definitiva.

En el siguiente artículo, te explicaremos qué es un mantenedor de espacio, qué tipos existen y te daremos unos consejos sobre cómo limpiarlo correctamente.

¿Qué es un mantenedor de espacio?

El mantenedor de espacio es un aparato metálico, hecho a medida de cada niño, que se coloca sobre una de las piezas dentales adyacentes al diente de leche que se ha perdido de manera prematura.

Su objetivo principal es respetar el espacio de la pieza caída para que, así, el diente permanente pueda erupcionar en su lugar correspondiente.

¿Por qué se pueden caer los dientes de leche prematuramente?

Las causas más habituales por las que una pieza dental temporal puede caerse antes de tiempo son:

  • Traumatismo dental: los niños suelen ser propensos a caerse y darse golpes, lo cual puede afectar, a veces, a la parte blanda de la boca o del tejido dental e incluso la pulpa dental.
  • Caries dental: si se encuentra en un estado avanzado y no se trata a tiempo, puede dañar el diente de manera irreversible. Esto conlleva realizar una pulpectomía, pulpotomía o incluso una posible extracción, en función de la gravedad.
  • Falta de espacio en la arcada: Si tenemos una discrepancia oseodentaria, esto puede ocasionar falta de espacio en la arcada, y algunos dientes para poder erupcionar exfolian no sólo a su diente temporal, sino también, al de al lado.
  • Factores genéticos o problemas de desarrollo: pueden jugar un papel importante, ya que, en algunas ocasiones, los dientes de leche suelen ser más débiles y, por tanto, caerse antes de tiempo.
  • Enfermedades sistémicas o periodontales (de las encías): pueden afectar a la salud bucodental, al igual que el consumo de ciertos medicamentos.

¿Para qué se utiliza el mantenedor de espacio?

El mantenedor de espacio se utiliza por diversas razones en odontopediatría, entre ellas:

  • Conservar el espacio del diente caído para evitar que los dientes contiguos se muevan y ocupen el hueco, asegurando, así, una correcta erupción del diente definitivo.
  • Promover un correcto desarrollo dental: sirven como guía para el crecimiento de los dientes permanentes.
  • Prevenir otros problemas ortodónticos: en ocasiones, puede ser necesario recurrir a otros tratamientos de ortodoncia más invasivos como los brackets o la extracción de algún diente permanente para corregir los posibles problemas de alineación o apiñamiento dental.
  • Prevenir la maloclusión dental: la ausencia de algún diente de leche prematuramente puede afectar a la mordida y causar una mordida abierta o cruzada, afectando, incluso, al habla y la función masticatoria.

¿Qué tipos de mantenedores de espacio existen?

Hay dos tipos de mantenedores de espacio: fijos o removibles. El ortodoncista recomendará el uso de uno u otro según las necesidades de cada paciente.

Mantenedor de espacio fijo

Es un aparato metálico que se coloca sobre uno o varios dientes adyacentes al hueco que ha dejado el diente de leche.

Según el sistema de anclaje y separación podemos distinguir los siguientes tipos de mantenedores fijos:

  1. Banda ansa o corona: consiste en una especie de anillo que se coloca como una funda sobre el diente contiguo al espacio. Esta banda va unida a un alambre que ejerce presión sobre el diente anterior al ausente, buscando, así, preservar el espacio. Este aparato se usa cuando el molar definitivo ha erupcionado.
  2. Barra transpalatina: está diseñada únicamente para la arcada superior, ya que se trata de una barra transversal que conecta las dos bandas (una en cada lado de la boca), siguiendo la curvatura del paladar.
  3. Arco lingual o transpalatino: es un dispositivo confeccionado para la arcada inferior. Consta de dos bandas o anillos (a ambos lados) que se fijan sobre los molares definitivos, a los cuales va conectado un arco de acero que se ajusta a las caras internas de los dientes.
  4. Botón de nance: este aparato está compuesto por un botón de resina acrílica que se apoya sobre las rugas palatinas (las rugosidades del paladar que hay en el maxilar superior), soldado a una banda metálica sobre los primeros molares superiores o posteriores. Se utiliza cuando alguna de las piezas dentales posteriores se ha perdido antes de tiempo.

Mantenedor de espacio removible

Este tipo de dispositivo está confeccionado con resina y metal. Consta de una especie de paladar acrílico, situado en la parte interior de los dientes, que está sostenido con unos ganchos de metal, facilitando, así, el anclaje en las piezas colindantes al hueco del diente. Muchas veces, no es tan efectivo como el mantenedor fijo ya que debe llevarse durante 24 horas al día.

¿Cómo limpiar un mantenedor de espacio?

Es importante llevar a cabo una buena higiene oral para conservar el mantenedor de espacio en buenas condiciones y asegurar su correcto funcionamiento. La limpieza del mantenedor de espacio varía según la tipología:

  • Mantenedor de espacio fijo:  es importante una buena higiene diaria, por eso, ya que los restos de alimentos se pueden acumular en el aparato. Hay que seguir una buena higiene oral, cepillándose los dientes después de cada comida y complementándolo, en algunos casos, con un enjuague bucal sin alcohol, que ayude a eliminar los microorganismos y bacterias.
  • Mantenedor de espacio removible: es más fácil de limpiar, ya que es de quita y pon. El niño deberá quitárselo para comer y guardarlo en su caja correspondiente, evitando, así, perderlo y romperlo. Para limpiarlo correctamente es necesario lavarlo con agua tibia y un cepillo de dientes suave o de prótesis con un jabón neutro. No hay que usar agua caliente, ya que el aparato podría deformarse.

Es importante acudir al dentista para las revisiones pautadas. Así, el ortodoncista hará un seguimiento completo y comprobará el estado del mantenedor de espacio y que el diente definitivo está erupcionando correctamente.

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