La aparición de las llagas en la boca en niños es muy común y resulta molesta, ya que suelen escocer bastante. Este tipo de lesiones suele aparecer en la parte interna de las mejillas o los labios y puede deberse a diversos factores.
Por eso, en el siguiente artículo te explicaremos qué son las llagas o aftas bucales en niños, cuáles son sus principales causas y cómo curarlas.
¿Qué son las llagas en la boca?
Las llagas son úlceras o pequeñas heridas que surgen en la mucosa bucal, es decir, la capa más superficial. Se trata de una capa húmeda que se encuentra en la cara interna de los labios, la parte inferior de la lengua, las mejillas y el paladar.
Cuando se produce la herida en la mucosa bucal suele tener un color rojizo, aunque también puede presentar un color blanco o amarillento debido a la acumulación de células muertas.
No obstante, esta tonalidad puede variar en función de la etapa y otros factores, ya que, en un estado avanzado, tienden a volverse más amarillentas o grises y presentar inflamación y enrojecimiento alrededor.
Según el grado y tipo de afección, las llagas pueden salir de una en una o aparecer varias a la vez al igual que el tiempo de cicatrización, ya que puede durar entre siete y treinta días.
¿Por qué salen las llagas en la boca?
Son numerosas las causas por las que a los niños les salen llagas en la boca, entre las más comunes:
- Traumatismos: es bastante habitual en niños, ya que tienden a sufrir golpes constantemente. Estas lesiones pueden ser provocadas por una caída, cepillarse los dientes de manera brusca, haberse mordido inconscientemente, el roce de los dientes, etc.
- Infecciones: están causadas por un virus, hongo o bacteria, aunque, normalmente, suelen deberse al virus del herpes simple (VHS). Cuando salen llagas provocadas por este tipo de virus se conocen como Herpangina, una infección bastante común entre niños de 3 y 10 años. Si el motivo principal es un virus, es importante extremar las precauciones, ya que es contagioso.
- Uso de aparato dental: las llagas en niños también pueden aparecer por la irritación o el roce causado por algunos aparatos como los brackets, disyuntores o retenedores dentales.
- Mordedura postanestesia, la cual suele aparecer en forma de úlcera.
- Alergia o sensibilidad a ciertos alimentos: como el chocolate, las nueces, el tomate, el huevo, los lácteos o los frutos secos, entre otros.
- Otras enfermedades: como la celiaquía o algunas autoinmunes que afectan al sistema inmunológico, incluyendo la mucosa bucal.
- Estrés o ansiedad: los niños pueden sufrir algunos episodios de estrés o ansiedad, lo cual puede provocar un brote de llagas como respuesta a ello.
- Factores genéticos: algunos niños pueden presentar una predisposición genética a las llagas, lo que puede influir en la mucosa oral o respuesta del sistema inmunológico.
- Cambios hormonales: algunas niñas a partir de los diez años comienzan a experimentar cambios hormonales, lo que provoca que la mucosa bucal sea más susceptible a la aparición de llagas.
¿Cuáles son los síntomas?
Los síntomas más comunes de las llagas en la boca en niños son:
- Dolor o molestias: que suele remitir al cabo de los siete días aproximadamente.
- Dificultad para comer: si las llagas se encuentran en alguna zona sensible como la lengua o las encías, pueden tener dificultades para masticar.
- Halitosis o mal aliento: en algunas ocasiones, pueden provocar mal aliento debido a la acumulación de bacterias.
- Irritabilidad: debido a las molestias o dolor que les puedan causar las llagas, los niños se pueden sentir más irascibles.
- Fiebre: si las llagas son consecuencia de alguna infección o enfermedad, pueden causar fiebre en los niños.
¿Cómo se pueden curar las llagas en la boca en niños?
Normalmente, la mayoría de los niños que tienen llagas en la boca no necesitan ningún tipo de tratamiento, ya que las llagas suelen desaparecer por sí solas al cabo de los diez días aproximadamente.
A pesar de no haber ningún tratamiento concreto para curar las llagas en la boca de los niños, existen algunas medidas para aliviar las molestias:
- Uso de analgésicos: si los niños sienten un dolor intenso y constante, el odontopediatra puede pautar el uso de ciertos analgésicos para calmar las molestias.
- Cuidar la alimentación: se recomienda seguir una dieta blanda y evitar el consumo de alimentos ácidos, picantes, calientes o salados.
- Tratamiento tópico: en ocasiones, el odontopediatra también puede recomendar el uso de algunos anestésicos, enjuagues o geles con carbenoxolona o ácido hialurónico que actúan a nivel local.
- Hidratación constante: hay que asegurarse de que los niños beben la cantidad suficiente de agua al día para mantenerse hidratados.
No obstante, hay que identificar las causas, sobre todo, si se debe a alguna enfermedad o son de carácter infeccioso, ya que, de ser así, será el odontopediatra el que determine qué tratamiento debe seguir.
Algunos niños pueden presentar episodios recurrentes de llagas en la boca, por eso es importante acudir al odontopediatra y llevar a cabo una revisión periódica para identificar, así, cuál es el origen y poder tratarlas a tiempo.
