La dentición es un proceso fundamental en el desarrollo de los niños, marcado por la erupción y la posterior caída de los dientes de leche, también conocidos como dientes temporales.
Entre los aspectos más destacados de esta fase se encuentra la pérdida de los dientes de leche, un hecho que suele generar inquietudes a los padres.
Por eso, en el siguiente artículo te contaremos detalladamente cuándo y en qué orden suelen caerse los dientes de leche.
¿A qué edad se caen los dientes de leche?
La edad en la que comienzan a caerse los dientes de leche depende de varios factores como, por ejemplo, la genética.
Normalmente, suelen empezar a caerse entre los 5 y 6 años, aunque, en algunos casos, puede ser antes o, incluso, después, en función de cada niño.
¿Por qué se caen los dientes de leche?
Los dientes de leche se caen principalmente por razones genéticas y de desarrollo. Este proceso natural ocurre para dar paso a la dentición permanente, debido a los siguientes factores:
- Debilitamiento de la raíz: a medida que el diente definitivo comienza a desarrollarse, ejerce presión sobre la raíz del diente de leche. Esta presión provoca que la raíz comience a reabsorber hasta que desaparece por completo. De este modo, al no tener raíz, el diente de leche pierde su anclaje y se afloja.
- Cambio en el crecimiento dental: los dientes permanentes necesitan espacio para salir. De modo que, la caída de los dientes de leche permite que los definitivos ocupen el lugar adecuado en la boca, alineándose, así, para una mordida y función dental óptimas. En muchas ocasiones, a pesar de la caída del diente de leche, el diente definitivo no tiene espacio para erupcionar y es necesario un tratamiento de ortodoncia.
- Desarrollo de los maxilares: a medida que el niño crece, la mandíbula también se desarrolla y crece. La caída de los dientes de leche ayuda a guardar el sitio necesario para los dientes permanentes, que son más grandes y requieren más espacio en la boca.
En ocasiones, los dientes de leche pueden caerse de manera prematura debido a traumatismos dentales, problemas de espacio o erupción, caries dentales, y enfermedades genéticas o sistémicas.
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¿En qué orden se caen los dientes de leche?
Normalmente, los dientes de leche suelen caerse en un orden específico, a partir de los 6 años, para ser reemplazados por los definitivos. Por lo general, suelen seguir el siguiente orden:
- Incisivos centrales inferiores: suelen ser los primeros en caerse, alrededor de los 6 años.
- Incisivos centrales superiores: poco después, entre los 6 y 7 años, se caen los dientes frontales superiores.
- Incisivos laterales superiores e inferiores: estos suelen caerse entre los 7 y 8 años.
- Caninos (colmillos): los de la arcada inferior suelen ser los primeros, en torno a los 9 o 10 años; en cambio, los caninos superiores suelen hacerlo entre los 10 y 12 años.
- Primeros molares: al igual que los colmillos, los de la arcada inferior comienzan a caerse a partir de los 9 años y, un año más tarde, los de la arcada superior.
- Segundos molares: son los últimos en caerse, normalmente, a partir de los 11 años.
Es importante tener en cuenta que este orden puede variar de un niño a otro y no siempre sigue el mismo patrón. De modo que, si un niño pierde un diente de leche antes de tiempo o tarda en salir un diente definitivo más de lo previsto, no hay que preocuparse, ya que es algo normal en la mayoría de los casos.
¿Qué hacer cuando se cae un diente de leche?
Cuando se cae un diente de leche es conveniente seguir algunos pasos para asegurarse de que el proceso sea seguro para el niño. A continuación, te damos una serie de consejos:
- Enjuagarse la boca con agua tibia y sal para ayudar a limpiar la encía.
- Usar una gasa para cubrir el área afectada y detener, así, el posible sangrado.
- Evitar que el niño toque la encía con los dedos para evitar cualquier posible infección.
- Si el niño siente molestias o dolor, se puede aplicar un paño húmedo y frío en la zona.
- Cuidar la higiene oral, asegurándonos de que el niño se cepille los dientes con cuidado de no irritar la zona, y evitar el uso de hilo dental en el espacio donde se le ha caído el diente.
Aunque la caída de los dientes de leche sea un proceso natural, su cuidado es igual de importante que el de los dientes permanentes, ya que desempeñan una función crucial a la hora de guiar a los dientes definitivos en su correcta posición y mantener el espacio necesario.
Por eso, es importante que los niños mantengan una higiene dental adecuada desde edades tempranas, incluso antes de que erupcionen los primeros dientes, y evitar, así, una posible caída prematura de los dientes de leche.
Recuerda que es conveniente visitar al odontopediatra regularmente, al menos, cada seis meses. Así, podrá llevar a cabo un seguimiento detallado y tratar a tiempo cualquier problema de salud bucodental.
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